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Cómo usar las manos III 

Cada vez que sea posible, evite, que el talón de la mano y las puntas de los dedos queden en el aire al desplazarla sobre la piel. Cuando deslice la mano sobre la cadera, curvela de manera que se acople exactamente a esa parte. Cuando la mueva desde el pecho hacia el brazo, ahuequela para que al pasar cubra los hombros en forma pareja y suave. Piense en el agua de un arroyo cuyo volumen se va adaptando a los altibajos que encuentra en el trayecto.


Mantenga una velocidad y una presión uniformes. Trate de eliminar los movimientos bruscos y las interrupciones innecesarias. Haga que los cambios de velocidad o presión se efectúen en forma gradual, evitando las transiciones repentinas. Trate de imprimir la mayor fluidez y continuidad a su movimiento.

   Sin embargo, no tema variar la velocidad o la presión. El ritmo es un ingrediente esencial del masaje. Puede usar distintas presiones y velocidades sin por ello sacrificar la continuidad del movimiento. La variedad en el masaje se parece mucho a la de la música : los cambios en el tiempo ayudan a evitar la monotonía del ritmo.


Explore y defina la estructura interna del cuerpo que esta masajeando. Procure que sus manos estén siempre investigando, hagalas « escuchar » los tejidos y los huesos. Trate de comunicarlas con la textura de los estratos profundos de los músculos : Gruesa o delgada, blanda o firme. Cuando palpe un hueso, trate de delinear su forma. Imaginese que sus manos le están diciendo a la persona : « Esta es su cadera », « Esta es la forma de su rodilla ».​



Mostrar a la persona la articulación de su cuerpo, en esta forma, es uno de los aspectos mas importantes del masaje. Mientras mayor sea la precisión con que lo logre, mayor sera también la sensacion de plenitud que experimente el sujeto. El masaje adquirira una calidad profunda y casi mágica, consigalo apoyando el peso de la parte superior de su cuerpo sobre las manos mas bien que forzando los músculos de sus brazos y muñecas.



El esfuerzo muscular daría rigidez a sus manos, reduciría la fluidez de los movimientos y cansaría su espalda.

Fuente: Shutterstock

 

Una vez que haya establecido contacto con el cuerpo de la persona, procure no interrumpirlo hasta que haya terminado completamente el masaje o el ejercicio que esté efectuando.

  Para muchas personas, una interrupción del contacto físico resulta psicológicamente desconcertante. Aun cuando deba aplicar aceite, mantenga el antebrazo o el codo tocando alguna parte del cuerpo. Recuerde que el que yace en reposo con los ojos cerrados a penetrado en un mundo cuya única realidad es la proximidad de su mano.

© 2013 by WENELLA Weavers of new land - Tejedoras de Nueva Tierra 
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