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Cómo usar las manos IV 

Al dar un masaje, no solo utilice las manos sino también el resto del cuerpo. No quiere decir que hay que subirse y rodar sobre el sujeto, sino que sus manos poseerán mayor vida, si su movimiento es una extension de un impulso mas amplio proveniente de todo el cuerpo.



Esto no tiene porque ser intenso ; en ciertos momentos puede ser tan leve que un observador escasamente lo advierta. Sin embargo, visible o no, usted debe sentirlo presente como una especie de centro profundo donde se originan los movimientos mas exactos de sus manos. En cierto modo, el masaje se parece a la danza. Mientras mas implicada esta la totalidad del cuerpo, mayor es al perfección del movimiento.


Al doblar la espalda hacia adelante elimina gran parte del posible esfuerzo y fatiga de la zona inferior de la espalda. Trabajar con la columna erguida da mas libertad a los brazos y a las manos permitiendo un mayor control y una mejor relajación de los movimientos.


La manera de sentarse o arrodillarse cuando de masajes en el suelo, estará en gran parte condicionada por la zona del cuerpo  en la que esté trabajando o el toque particular que esté aplicando.


Cuando se siente o se arrodille, trate de mantener la espalda recta, cada vez que sea posible. Procure colocarse sobre algún tipo de acolchonamiento. Todo el cuidado que dedique a su propia comodidad, se le transmitirá al que recibe el masaje bajo la forma de una mayor delicadeza y precisión en el movimiento de las manos.



Nunca olvide que que esta aplicando masaje a una persona y no a una complicada maquinaria. Estamos formados por huesos y músculos, pero también somos personas, y esto rige cada centímetro cubico de nuestro cuerpo . La persona es su propio cuerpo.  Recuérdelo siempre y expréselo a través de sus manos, así esta noción tendrá una influencia decisiva y directa sobre al calidad de su contacto.

Fuente: Shutterstock

© 2013 by WENELLA Weavers of new land - Tejedoras de Nueva Tierra 
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