La naturaleza tridóshica
Una de las principales enseñanzas de Ayurveda es entender la relación entre los tres doshas. Esta interacción, manifiesta las energías presentes en el organismo y su nivel de fuerza y determinación en la constitución del individuo. La constitución de un ser humano viene dada por la determinación de una fuerza y por la tendencia de otras fuerzas. Para ser más explicito, el cuerpo lo constituyen tres fuerzas que son definidas en el momento del nacimiento, llamadas en Ayurveda: Vata, Pitta y Kapha. El hecho de que una de estas fuerzas predomine en el organismo no quiere decir que haya ausencia de las dos restantes. Si una persona está definida como tipo Kapha significa que en su constitución predominan las características de Kapha y la presencia de rasgos de Vata y Pitta están presentes en menor proporción La constitución define la singularidad y la particularidad de cada individuo. En Ayurveda se concibe a la persona como un ser único e individual. El sendero hacia la sanación el equilibrio y la armonía se consigue precisamente en el arte de conocer en profundidad estas fuerzas y cómo van siendo afectadas por el resultado de nuestra interacción con el mundo. Estas energías no solamente definen nuestras cualidades físicas sino que también juegan un papel importante en nuestro desarrollo mental y espiritual.
A continuación repasaremos en breve las características de cada dosha y las posibilidades de control cuando ellas se ven alteradas. En primer lugar, Kapha es la fuerza que define la estructura de nuestro cuerpo y como tal rige en los primeros 19 años de vida. Esta compuesta por agua y tierra y algunas de sus cualidades son: frío, húmedo, estable y fuerte. Las personas que tienen este dosha por constitución, necesitan ser atendidas ya que demandan afecto y consuelo y por lo general caen en la depresión y el letargo. Son de naturaleza acuosa y tienden a permanecer fríos. Su alivio viene cuando se hacen más ligeros, experimentan sequedad y calor. La quinua y el amaranto son sustancias y especias que le pueden ayudar en los casos de desequilibrio doshico.
Pitta está compuesto por fuego y agua aunque el que predomina es el fuego. Sus cualidades son entre otras caliente, cortante penetrante, por lo general presentan problemas del hígado, bazo y sangre, al igual que presentan erupciones en la piel y diarrea. Pitta se calma con el frío, con lo estático, con lo suave. El hinojo y el diente de león son algunas recomendaciones de consumo para tranquilizar la fuerza excesiva de Pitta. Esta fuerza de Pitta está encargada del metabolismo y rige en la vida desde los 19 hasta los 60 años.
Vata es una fuerza que se caracteriza por estar compuesta de aire y éter, lo que la hace ser fresca, seca y móvil entre sus características. Una persona tipo Vata se muestra locuaz, entusiasta, creativa, flexible y enérgica. Le toca desafiar las emociones de miedo ansiedad y preocupación. El calor, la pesadez, la humedad y la estabilidad hacen que la fuerza se tranquilice. Hierbas como el jengibre aumentan la temperatura interna y hierbas nutritivas como ashwagandha equilibran a Vata. Vata está encargada de la movilidad o del movimiento interno y rige desde los 60 años en adelante.
La naturaleza tridoshica se determina con un profesional de Ayurveda quien examina de manera amplia el estado físico, emocional y espiritual del paciente en una consulta de aproximadamente dos horas. Una vez definido la constitución del paciente, -en Ayurveda denominada Prakruti,- se define los doshas alterados o el Vikruti para luego pasar a la etapa de elaboración de un plan de tratamiento que incluye dieta, hierbas, aromas, colores, Yoga y meditación entre otras terapias de tipo holístico.
Así pues, el sendero de la sanación y del encuentro de la armonía interna y externa se empieza a allanar con alegría, decisión, determinación y con un deseo profundo de conectar la salud del cuerpo con la sabiduría espiritual.