La Naturaleza: el camino sagrado de la sanación
La Naturaleza, espacio infinito donde ocurre todo tipo de cambio y fluctuaciones. El reino de los seres vivientes, lugar de órbita de los cinco elementos: agua, aire, tierra, fuego y éter. La Naturaleza, riqueza inagotable del hombre es quizás la palabra más usada desde nuestros primeros años escolares pero también la palabra más ignorada en el proceso evolutivo y de desarrollo de la humanidad. Venimos del milagro de la Naturaleza y vamos hacía el milagro de la trascendencia y pisamos un terreno que nos sustenta, nos protege y nos mantiene vivos. Hacer de nuestra conciencia la Voluntad de la Naturaleza es el reto del hombre cuando se da a la tarea de plasmar en la tierra el cielo. El planteamiento anterior puede sonar un tanto pesado e incomprensible pero es que nuestra mente y nuestro cuerpo están tan cargados de imágenes, pensamientos y sustancias que hacen que cada vez sea más complicado hallar el camino a la claridad y a la sanción.
El poco desarrollo de la conciencia en los seres humanos hace que permanezca la tendencia de reafirmarse en el dolor, el sufrimiento y la enfermedad. Mantener hábitos inadecuados que no corresponden ni satisfacen el bienestar de nuestro cuerpo y nuestra mente impide el avance y el desarrollo de la conciencia a otras esferas más armónicas en constante equilibrio. Cuando el espíritu fluya con el cuerpo y la mente la conciencia estará en la capacidad de entrar en el reino de lo sagrado y hará de cada instante el infinito. Saber que el cuerpo tiene su natural mecanismo de sanación libera a la mente del trabajo de crear para sí su fórmula. En este punto lo que queda a la mente es seguir los ritmos naturales del cuerpo para potenciarlos y llevarlos a un estado de conciencia capaz de conectar con las fuerzas superiores del cosmos con el propósito de mantener la dinámica de sanación y perfecta salud. Si dejamos todo este conocimiento a la mente quizás nuestro camino sea tormentoso y confuso, la alternativa que nos queda es seguir los ritmos de la Naturaleza incorporados en nuestro cuerpo. Hacer de lo natural cotidiano un rito sagrado donde todo acto de la mente y el cuerpo este en perfecta comunión con los principios de la Naturaleza.
El papel de la Clínica Especialista Ayurveda consiste en seguir correctamente los postulados que rigen el principio de “Recordar nuestra propia naturaleza como espíritu” que no es otro sino el seguir los principios de la Naturaleza para asegurarse que cuerpo y mente estén sanos y equilibrados para vivir en perfecta salud. Las funciones del Especialista Ayurveda van dirigidas a facilitar la alineación del paciente con la naturaleza a través del reconocimiento clínico de su Prakruti (constitución) y su Vikruti (desequilibrio). Una vez determinado el estado de las fuerzas doshicas el Especialista propondrá un tratamiento terapéutico el cual será adecuado a las necesidades particulares de cada paciente.
El cambio se va desarrollando lentamente lo cual pone a prueba la paciencia y persistencia del paciente. Este hecho hace que el Especialista este atento y apoye el proceso de una manera armoniosa y sin emitir juicios de valor. El trabajo del Especialista es servir de guía al paciente en su viaje sagrado de sanación. Su trabajo es enfrentarse a sus propios miedos y obstáculos como a sus hábitos nocivos. También se encarga de recordar a dónde van, y cuando se pierden, les ayuda a encontrar su camino de regreso a la ruta. Es un trabajo de mutua confianza y de fé en el proceso donde se va fortaleciendo al paciente en su propio camino sagrado hacia la sanación.