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El camino a la iluminación

La interpretación de la realidad ha sido un aspecto siempre inquietante para el ser humano. La historia ha mostrado con el arte, la ciencia y la religión los posibles recorridos necesarios para encontrar el verdadero camino hacia la certeza de la interpretación de la realidad. En este proceso de discusión entre la dinámica de relación entre sujeto y objeto ha permanecido la sensación de que la posibilidad de conocimiento de la realidad sólo es posible para aquellos que tienen un intelecto desarrollado y una práctica constante que los acerca al valor primordial de la realidad. En consecuencia han quedado planteadas dos alternativas de recorrido; la vía intelectual o la vía de una gracia divina que otorga al individuo una especie de llave mágica que le permite entrar en el reino de lo desconocido. Estos extremos dejan en el limbo a las personas que no se encuentran identificadas con ninguno de las dos consideraciones. La confusión y el miedo toman poder en la conciencia de los individuos inmovilizando su acción y su voluntad entregando su propio valor a una voz más potente y decidida que les permita experimentar más placer y satisfacción de su realidad. Cuando la conciencia del individuo está separada de la fuente Divina, del Poder Superior el camino hacia la iluminación se asemeja a un laberinto sin salida y el caos y la desarmonía prevalecen sobre el plan divino que cada ser humano guarda en su interior.



El camino de la iluminación entonces no está designado sólo para aquel que tenga un entrenamiento intelectual elevado o para aquel que ha sido llamado el elegido sino para el individuo que se reconoce así mismo como un potencial de energía creadora inagotable. Cuando la persona logra tener valoración de sí mismo y de su entorno sin tener que estar intermediado por ningún interés externo, cuando la persona logra liberarse de su mente inquieta, deseosa y se atreve a nadar en su propio rio sin miedo y sin angustia, va encontrando su auténtico camino e inspiración que lo ayuda a labrar su camino de iluminación y hacer en el plano real lo que está destinado en el plan Divino para él. Es un trabajo individual de conexión donde la sabiduría esta resguardada en el latir de su corazón y está allí solo para el individuo que toca su propia puerta. La inspiración no está hecha solo para el poeta, para el artista, la inspiración está allí en nuestro interior y cada vez que hay conciencia de ello entonces nuestra Gran Obra va creciendo y aumentando su poder, haciendo sólido nuestro camino a la iluminación.

La inspiración tiene su recorrido en nuestro cuerpo, es a través del séptimo chakra, desde la coronilla hacia el corazón donde se origina para manifestarse en lo Real. El reto está en creer en nosotros mismos en lograr despertar a nuestra propia sabiduría y poder tener una impronta en nuestra conciencia que nos lleve por el camino de la iluminación, un camino infinito donde la realidad es un pequeño tramo de la infinita riqueza Universal.

© 2013 by WENELLA Weavers of new land - Tejedoras de Nueva Tierra 
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